No, si bien es cierto en décadas pasadas se utilizaban algunos cáusticos como el arsénico para desvitalizar o “matar el nervio”, la realidad de hoy es bien diferente. Gracias al desarrollo de las ciencias y la tecnología, los conceptos terapéuticos han cambiado. Hoy el Tratamiento de Conducto consiste en una microcirugía, extirpar el “nervio”, desinfectar y obturar el conducto con vista a la restauración correspondiente.

¿Es muy doloroso el tratamiento?

No. Las drogas y técnicas anestésicas que actualmente se disponen echan por tierra la idea de que el tratamiento sea una “tortura”. La Endodoncia puede y debe ser realizada bajo condiciones indoloras y con el mayor confort posible para el paciente. Los analgésicos y antinflamatorios coadyuvan eficientemente para el control del dolor en el pre y post-operatorio.

¿Es un tratamiento largo, de citas interminables?

Un tratamiento de conducto puede ser iniciado y concluido inclusive en una sola sesión, siempre que quien lo realice sea un especialista y que el diagnóstico lo permita. Las investigaciones apuntan a abreviar la duración de los tratamientos, reduciendo el estrés tanto del profesional como también del paciente.

¿El diente queda negro después del tratamiento?

Incorrecto. Si el tratamiento fue realizado por un especialista siguiendo y respetando los principios y fundamentos que lo rigen no debe presentarse ninguna alteración del color del diente. El ennegrecimiento si ocurre, se debe a procedimientos incorrectos realizados por el profesional.

¿El diente con tratamiento de conducto se rompe fácilmente?

Un diente con indicación de tratamiento de conducto en la mayoría de los casos ya presenta un avanzado proceso de caries y gran pérdida de estructura, factor que aumenta las posibilidades de fractura. Para evitar que ello ocurra es indispensable que, una vez concluido el tratamiento de conducto, se realice cuanto antes la rehabilitación correcta del diente.

¿Es un tratamiento muy costoso?

Definitivamente no, si se tiene en cuenta que la Endodoncia permite mantener un diente en boca. Hay que considerar que para rehabilitar dientes perdidos se recurre a “puentes” de porcelana o bien implantes que tienen un costo varias veces superior y tratamientos más prolongados.

Profesor de Endodoncia de la FO-UNA